Hacia una economía circular tecnológica: así pueden las empresas recuperar tierras raras de sus discos duros

Las industrias tecnológicas y de centros de datos están ante una oportunidad sin precedentes para liderar la sostenibilidad mediante la recuperación de tierras raras de dispositivos electrónicos al final de su vida útil.

En un contexto global marcado por la creciente generación de datos —con previsiones que apuntan a superar los 390 zettabytes en 2028—, los discos duros (HDD) siguen siendo el pilar fundamental del almacenamiento masivo, especialmente en entornos de nube e hiperescala. Sin embargo, su relevancia no solo reside en su capacidad técnica, sino también en los valiosos materiales que los componen.

Entre estos recursos se encuentran elementos críticos como el neodimio, el praseodimio y el disprosio, esenciales para fabricar los potentes imanes que permiten leer y escribir datos en los discos. Estos materiales, considerados tierras raras, no solo son escasos, sino también difíciles de extraer sin un considerable impacto ambiental.

Una oportunidad para transformar residuos en recursos estratégicos

Cuando los discos duros llegan al final de su vida útil, muchas veces son destruidos por razones de seguridad, y sus componentes se funden junto al acero en procesos que impiden la recuperación eficiente de tierras raras. Pero esta práctica está empezando a cambiar.

Gracias a tecnologías emergentes de reciclaje sin ácido y procesos de disolución selectiva, es posible extraer tierras raras de forma limpia y rentable. Estas innovaciones no solo reducen el impacto ambiental, sino que permiten devolver materiales críticos al ciclo productivo, reforzando así la cadena de suministro y contribuyendo a una mayor soberanía industrial en regiones como Europa o Norteamérica.

Un modelo replicable para toda la industria

Empresas pioneras han demostrado que es viable crear ecosistemas de reciclaje avanzados en colaboración con instituciones académicas, centros tecnológicos y socios de la cadena de suministro. El proceso incluye:

  • Recolección y clasificación de discos duros y otros componentes electrónicos obsoletos.
  • Desmontaje selectivo y trituración controlada, con separación de materiales magnéticos.
  • Procesos químicos respetuosos con el medio ambiente, como la disolución sin ácido (Acid-Free Dissolution), para recuperar óxidos de tierras raras.
  • Reintroducción de materiales en cadenas de producción locales, reduciendo la dependencia de minería y proveedores externos.

Este modelo puede ser adaptado por otras compañías del sector tecnológico, fabricantes de hardware, proveedores de servicios en la nube, e incluso por industrias como la automoción o las energías renovables, que también utilizan imanes de tierras raras en motores eléctricos y turbinas eólicas.

Una apuesta estratégica para centros de datos y fabricantes

Además del beneficio medioambiental, participar en este tipo de programas refuerza los compromisos ESG, permite anticiparse a futuras normativas sobre residuos electrónicos y mejora la resiliencia operativa. Reducir la huella de carbono y cerrar el ciclo de vida de los materiales ya no es una opción, sino una ventaja competitiva.

Como señalaba recientemente Daniel Bina, CEO de Critical Materials Recycling, «la recuperación de tierras raras de discos duros puede extrapolarse a otros sectores industriales como los vehículos eléctricos o la energía eólica. Estamos sentando las bases de una economía circular tecnológica real».

Mirando hacia el futuro

La transición hacia un modelo de producción más sostenible en el sector digital no se logrará de la noche a la mañana, pero ya existen ejemplos concretos que demuestran que es posible. Con voluntad, innovación y colaboración, las empresas pueden dejar atrás el modelo lineal de “usar y desechar” y avanzar hacia uno en el que cada componente cuente.

El reciclaje avanzado de discos duros con recuperación de tierras raras no es solo una innovación técnica. Es una declaración de intenciones hacia una industria tecnológica más limpia, soberana y responsable con el planeta.