Ciberdelincuentes Suplantan Autoridades Sanitarias Para Vender Fármacos Falsos Mediante Fraudes de IA

Belén Garmendiaz

Una grave advertencia ha sido emitida por Check Point Software acerca del incremento de estafas en línea relacionadas con medicamentos para la pérdida de peso, en especial los tratamientos con GLP-1 como el Ozempic. La actual demanda en aumento, junto con la escasez de productos legítimos que podría prolongarse hasta el año 2026, ha generado un ambiente propicio para que los ciberdelincuentes desplieguen campañas fraudulentas. Estos estafadores se valen de contenido generado por inteligencia artificial (IA) y suplantan las identidades de autoridades sanitarias, con el fin de atraer a usuarios que buscan alternativas económicas y rápidas a los fármacos oficiales.

La investigación llevada a cabo por Check Point ha revelado que, a diferencia de Estados Unidos donde podría evitarse la recreación directa de identidades de organismos como la FDA, en Europa los estafadores están adoptando una táctica más audaz. En naciones como el Reino Unido, España, Francia, Italia y Alemania, se han desarrollado campañas que imitan a las instituciones sanitarias nacionales, generando así un falso sentido de seguridad en los potenciales compradores.

Estos ciberdelincuentes han conseguido desarrollar ecosistemas totalmente ficticios, que incluyen doctores y pruebas clínicas inventadas, así como empaques y reseñas falsas. Se emplea IA generativa para crear imágenes impactantes, tales como las de los supuestos «antes y después», que capturan la atención de las víctimas, llevándolas a sitios web que aparentan ofrecer experiencias médicas reales. En estas plataformas, se despliega contenido fraudulento como testimonios manipulados y certificados de calidad, que son completamente apócrifos.

En el contexto de España, se ha registrado un aumento de anuncios que promueven «soluciones orales GLP-1» no asociadas a ninguna entidad oficial. Algunos de estos anuncios hacen uso de los logotipos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) y del Ministerio de Sanidad, lo que otorga una falsa apariencia de legitimidad que, con frecuencia, resulta engañosa. Las campañas fraudulentas se valen de mensajes impactantes, como promesas de «resultados en siete días», y emplean colores y tipografías vinculadas a la salud para captar a los usuarios.

Una de las características más inquietantes de estas estafas es su capacidad de adaptación. Los ciberdelincuentes no solo se limitan a traducir los anuncios, sino que los recrean para adaptarlos al contexto cultural de cada país. La IA generativa hace posible modificar rápidamente los nombres, emblemas y testimonios falsos, multiplicando así la escala y sofisticación de las campañas en línea.

Ante este panorama, los expertos sugieren que la concienciación es crucial para la defensa de los ciudadanos. Se recomienda adoptar prácticas como comprar exclusivamente en farmacias autorizadas, desconfiar de los anuncios en redes sociales que prometen resultados inmediatos, y mantenerse alertas ante señales de advertencia como descuentos extremos o temporizadores que insinúan escasez del producto. La necesidad de herramientas de seguridad robustas y basadas en la prevención es imperativa para identificar contenido sintético y bloquear acciones fraudulentas antes de que tengan un impacto en la población.